Black Caperucita

De la serie: Azzurro Metal Tales (AMT)

Érase un vez que se era… una niña muy bonita, amante de todos los estilos del heavy. Su madre le había hecho una capa negra y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Black Caperucita.

Un día, su madre le pidió que llevase unos CDs a su abuela que vivía al otro lado del bosque de las afueras de Music City, recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo, un temido agente de la SGAE, colega de represor alcalde y, lo que es aún más terrorífico, amante del regetón (o como coño se escriba).

Black Caperucita recogió la cesta con los CDs, comprobando para su satisfacción que estaban los grandes éxitos de Motörjed, Manoguar, Airon Maiden y Yudas Prais, entre otros. Sin pensarlo dos veces se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la abuelita, pero no le daba miedo, porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájarillos, los osos jebis melenudos, los vampiros, Eddie (la mascota de los Maiden)…

De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella. Había acudido al oirla silbar para cobrarle los derechos de autor del tema que interpretaba.

– ¿A dónde vas, niña, silbando de esa manera?- le preguntó el lobo con su voz ronca.

– A casa de mi abuelita -le dijo Black Caperucita-, mira lo que le llevo.

Caperucita extendió su negra capa y comenzó a exponer los CDs encima, al más puro estilo top manta. Sonrió orgullosa de la amplia discografía con la que haría las delicias de su abuelita.

«No está lejos y si pillo a dos con música pirata mejor que a una» pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.

Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo dando de comer ardillas a los vampiros. «El lobo se ha ido» pensó, «no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso vampiro bien alimentado además de los CDs».

Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la Abuelita. Llamó suavemente a la puerta, que era de metal reforzado, y la anciana le abrió pensando que era Caperucita. Un cazador muy peculiar que pasaba por allí había observado la llegada del lobo. La casa estaba repleta de posters de giras de los 70 y 80, con uno que destacaba sobre todos junto a la chimenea: el grandísimo DIO. Había un PC conectado que reproducía la lista del Winamp de un famoso pub bilbaino muy azul y rockero.

El lobo indignado, pasó de la multa y devoró a la abuelita. Se vistió con las botas de tachuelas y plataforma de la desdichada, se puso sus muñequeras y se maquilló igual que ella, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Black Caperucita llegó enseguida, toda contenta.

La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.

– ¡Hostia, abuelita, qué ojos más grandes tienes!

– Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de Cindy Lauper.

– ¡Joder abuelita, qué ronca estas, si pareces Santiago Segura!- dijo Caperucita extrañada.

– Tengo cogida la garganta- siguió diciendo el lobo.

– ¡Coño, abuelita, qué orejas más grandes tienes!

– Son para oírte mejor- continuó él.

– ¡Cáspita, caracoles, abuelita, no recordaba que tuvieras una lengua igual que la de Gene Simmons!… Y ¿esos dientes?!?!?- Caperucita abrió los ojos asustada.

– Son para… para… mira niña, te iba a poner una multa que no iban a pagar ni tus nietos por tener esos CDs, pero ya que me he comido a tu abuela, ¡a ti te voy a zampar también!- y diciéndo esto, el lobo malvado de la SGAE se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita. Después se conectó a Internet y se bajó el «Noche de Sexo» y «Dame Más Gasolina», poniéndolo a todo volumen al no soportar más tener que oir a Black Sabbath (así de falsos son estos de la SGAE).

Mientras tanto, el cazador se había quedado preocupado y, creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la abuelita. Pidió ayuda a un segador calvo que había por allí, que curiosamente llevaba una guitarra, y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba de comer, y se taparon los oídos al escuchar el regge.. gregae.. rega… vamos, la mierda música esa.

El cazador, un amante del rock como jamás existió otro igual, sacó su guitarra eléctrica con forma de hacha, miro a su compañero y ambos asintieron al unísono. Tocaron la mejor canción del mundo mientras el lobo se revolvía de dolor por el suelo tapando sus oídos con ambas manos. El vientre del lobo ¡explotó!

La abuelita y Black Caperucita salieron allí, agitando la cabeza sin parar y haciéndo el gesto de los cuernos del diablo con la mano derecha.

Para castigar al lobo malvado, el cazador le llenó el vientre de tornillos, tuercas, chichetas y todo el metal que pudo encontrar. Luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo recuperó el conocimiento, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como el Metal no perdona a los amantes de la falsa música, del peso cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.

En cuanto a Black Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita había aprendido la lección. Prometió que jamás volvería a hablar con ningún desconocido con pintas raras que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su abuelita y de su mamá.

El cazador y su colega encontraron la Uña del Destino en una de sus aventuras y formando, años después, un grupo, llamado Tenacious D, que triunfa a nivel mundial.

Black Caperucita se fue a vivir a Finlandia, donde acabó como vocalista de una conocida banda de metal sinfónico y se cambió el nombre a Tarja Turulunen.

DIO sigue sonando aún en casa de la abuelita, así que si alguna vez vais a un bosque y escuchais el Holy Diver, acercaros a la fuente del sonido, pues encontrareis una maravillosa casita en la que seréis bienvenidos a tomar un té acompañado de buena música, eso sí… ¡¡¡en taza de METAL!!!

NOTA FINAL: ¡Cuidado! No confundir a Black Caperucita con La Caperucita Roja Negra

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Y un videoclip de Evanescence, con Amy Lee disfrazada de Caperucita, como extra:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=izYIO9VtjUs]

También enlazado AQUÍ.

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Publicado en Azzurro/Varios, Blog, Friki/Humor, Heavy-Metal, Rock

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